Paredes fotovoltaicas y casas autosuficientes. Así es la nueva construcción

El posicionamiento de la energía solar en cuanto a la eficiencia de las construcciones, ya sean de uso doméstico o industrial, es indiscutible. La industria fotovoltaica ha demostrado con creces ser de momento la que se adapta mejor a cualquier circunstancia y condición climática proporcionando a costos asequibles energía renovable y autonomía energética.

Por esta razón, las proyecciones que se realizan desde el sector de la construcción, integran diferentes materiales y sistemas relacionados con la energía solar mediante los cuales llegar a la autonomía energética y las cero emisiones de carbono de cada edificación.

Cada vez son más los materiales que contienen elementos para captar y aprovechar la luz solar que, ligados a sistemas pasivos de energía, da como resultado un paso de gigante hacia la descarbonización del planeta y la autosuficiencia energética de los hogares y corporativos.

Esta afirmación se materializa en los avances que han supuesto principalmente las tejas solares y los paneles fotovoltaicos con tecnología BIPV, que están desbancando el uso de paneles solares tradicionales.

Los vidrios fotovoltaicos, también conocidos como tecnología BIPV (por sus siglas en inglés, Building Integrated Photovoltaics) son ventanas (de distintos colores y niveles de opacidad) con receptores capaces de recopilar la energía solar que impacta en ellos, mientras al mismo tiempo forman parte de la composición arquitectónica en techos, cerramientos, revestimientos o cualquier elemento del edificio que dé al exterior.

Proyecto BIPV de NextCity Labs

Proyecto BIPV de NextCity Labs

Si nos paramos a pensar en los costos, están sobradamente justificados por esta doble función y por el ahorro energético que suponen desde el corto plazo. Se ha calculado que la eficiencia de estos sistemas va a superar con creces a los sistemas fotovoltaicos tradicionales con una producción de hasta 50 veces más energía. El retorno de inversión de los vidrios fotovoltaicos, aunque varía dependiendo de la zona geográfica, el costo por kw del lugar, la extensión instalada y el nivel de radiación solar entre otras cosas, en algunos casos llega a ser de un año.

Las tejas solares son un elemento de lo más extendido en cuanto a autonomía energética, ya que su funcionalidad y estética han superado, al igual que los BIPV, a las instalaciones de paneles tradicionales. El material más innovador para estos sistemas es el telururo de cadmio que resulta menos contaminante y más eficiente que las superficies de silicio. Su alta resistencia a las inclemencias del clima, su aspecto moderno y adaptable a todo tipo de tejados y su ausencia de necesidad de mantenimiento específico, hacen de estos equipos una excelente inversión para cualquier tipo de construcción.

Pero las novedades no se detienen aquí. Otros elementos como las pinturas fotovoltaicas con nuevos materiales como la perovskita o el grafeno estarán pronto en el mercado contribuyendo a mejorar la gestión de la energía.

Las viviendas y las construcciones contemporáneas, así como muchos edificios públicos están enfocadas en una mayor sostenibilidad ambiental y un menor consumo energético de forma inteligente. La ventaja de este tipo de elementos, es que no solo sirven para las edificaciones nuevas sino que se pueden utilizar para remodelar las ya existentes y avanzar mucho más rápido en la transición energética.